Saldo pendiente de la recuperación

¿Cómo se ve la recuperación de cara al fin de año?

Cierra otro año y para familias sobrevivientes de los huracanes Irma y María no llega la vivienda digna. Este blog va dirigido a analizar el cumplimiento del Departamento de la Vivienda con quienes esperan asistencia del programa de Reparación, Reconstrucción y Reubicación (R3) financiado con fondos federales CDBG-DR en el 2021.

 

Cuando asumió su cargo en diciembre de 2020 así como a lo largo de su mandato como jefe de la agencia, el Secretario William Rodríguez Rodríguez indicó que el Departamento reconstruiría o repararía 3000 casas para fines del 2021. Esto a partir de las más de 20,000 solicitudes activas pendientes a su consideración. 

 

Según los datos de la solicitud de información más reciente del Departamento de la Vivienda, la agencia ha conseguido completar 1,742 reparaciones y 391 reconstrucciones de hogares que suman 2,133 viviendas o un 11% del total de 18,376 solicitudes que continúan activas. Si bien es cierto que aún quedan unas semanas para alcanzar la meta propuesta a inicios del año, este número, que recoge datos hasta el 29 de noviembre de 2021, se queda muy corto del objetivo de la agencia. Lejos de su proyección, el Departamento sólo ha conseguido adelantar entre 100-200 casas mensualmente. 

 

El Programa R3 del Departamento cuenta con la asignación más significativa de todos los Programas con fondos CDBG-DR para un total de $3.6 mil millones destinados a adelantar los procesos de reconstrucción. El acceso equitativo a estos fondos debió y aún debe ser la prioridad para el Departamento, en cumplimiento con su responsabilidad de proveer vivienda segura a quienes llevan esperando más de cuatro años. Sin embargo, Ayuda Legal Puerto Rico reiteradamente señala faltas que obstaculizan la justicia que merecen estas familias.

 

En este año, los principales obstáculos se debieron a políticas públicas y procesos burocráticos que retrasan el proceso desde el día uno. Observamos que los requisitos relacionados a la titularidad así como la tramitación innecesaria a través del Programa de Autorización de Título siguieron siendo piedra de tropiezo. Por otro lado, la falta de una línea del tiempo correcta que indique el tiempo que debe tomar cada etapa del proceso de análisis y adjudicación de asistencia continuó siendo un reto de rendición de cuentas. Así también, tuvimos que reiterar solicitudes de información que se devolvieron incompletas o que no recibieron una respuesta adecuada, tales como aquellas dirigidas a conocer el estado de la relocalización y el de las querellas ante contratistas.

 

También adjudicamos la lentitud a una creciente falta de respuesta por parte de la agencia, sus funcionarios y sus contratistas. Es increíble que aún la mayoría de las solicitudes de apoyo que recibimos vayan dirigidas a denunciar a manejadores de casos desaparecidos o que no responden oportunamente. Este año nos enfrentamos a un Departamento lento en la respuesta a solicitudes de reunión, recomendaciones de cambios a las guías y atención de querellas. De hecho, tenemos quejas que nunca recibieron respuesta adecuada por parte de la agencia. Así también, nos encontramos con un Departamento que recesó injustificadamente. A estas altura, nos parece inadecuado que los recesos de días de fiesta sean excusa adicional para continuar dilatando la atención de los casos, sobre todo cuando las familias que esperan techo seguro se han visto continuamente relegadas por la falta de fiscalización de las acciones de contratistas, la pandemia y burocracia. 

 

No debemos pasar por alto que las personas solicitantes de R3 son principalmente mujeres jefas de familia, personas adultas mayores, personas de escasos y moderados recursos y personas con diversidad funcional. Son personas que en su mayoría viven en zonas rurales y son personas que continuamente se encuentran tropiezos en el camino hacia una recuperación a largo plazo. 

Mientras reiteramos nuestro llamado a la agencia, también reiteramos que la abogacía rinde frutos.

El 2021 fue un año de muchas victorias para el programa de #RecuperacionJusta y la lucha por la reconstrucción equitativa. Con tu apoyo logramos:

 

  1. Enmiendas a las guías del programa R3 para aclarar que las personas con hipotecas son elegibles a la relocalización y que podrán utilizar parte del dinero otorgado para amortizar su deuda.
  2. Reconocimiento por parte de FEMA de guías intersectoriales que permiten a las personas sin título formal  solicitar asistencia para reparar sus hogares. Este reconocimiento, confiamos, adelantará la adjudicación de ayuda a favor de familias dueñas sin título formal de cara a los fondos CDBG-DR y MIT.
  3. Se abrió la puerta para relocalizar a familias con títulos informales. Antes de los esfuerzos de ALPR, el Departamento no consideraba alternativas de relocalización para estas personas. Ahora, se está desarrollando un proceso caso a caso que permitiría reubicar a quienes así lo quieran y necesiten, aún sin tener una escritura.
  4. Se publicó, gracias al esfuerzo de ALPR y otras entidades, un portal de transparencia. Este portal requiere mucho trabajo todavía, pero es un paso afirmativo hacia la rendición de cuentas.

 

Celebramos que la experiencia de ALPR acompañando a miles de personas y estudiando de cerca las guías, reglamentos y leyes sobre la recuperación de Puerto Rico es reconocida y validada dentro y fuera de nuestro País. Nuestro compromiso es continuar luchando por la vivienda digna y la recuperación justa, de cara a un 2022 lleno de retos.

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